Pese a que la mayoría de los mortales no pueden ni siquiera pensar en la posibilidad de comprar una isla, existen algunos privilegiados que, gracias a sus inmensas fortunas adquieren sin apenas esfuerzo trocitos de tierra para su uso exclusivo.
Cave Cay es el nombre de una de estas exóticas islas privadas que salen a la venta todos los años. Perdido en las Bahamas, este pequeño trocito de paraíso se ha convertido en el regalo perfecto estas navidades para multimillonarios de todo el mundo.
Según explica el portal inmobiliario Idealista, la isla cuenta con una lujosa vivienda de tres plantas con varadero en su nivel inferior. Asimismo, dispone de edificios de mantenimiento para el personal, una pista de aterrizaje de 850 metros, así como de un restaurante y tres casas para invitados aún en construcción.
Cave Cay cuenta con generadores diesel que suministran agua y energía a las instalaciones de la isla, en la que también pueden colocarse fácilmente paneles solares para conseguir así un escenario aún más idílico y natural.
Otra de las ventajas de este lugar es que, el afortunado comprador que se haga con ella podrá disfrutar de la totalidad de la isla sin tener que soportar las incomodidades de tener vecinos. Y es que, quién no ha soñado alguna vez con ser un Robinson Crusoe del siglo XXI: pasear por playas desiertas, disfrutar del canto de los animales, escuchar por las noches el ruido de las olas… Todo por el módico precio de 110 millones de dólares (unos 85 millones de euros).
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